Diez tesis para la convivencia en una región interétnica del Pacífico

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Unión Territorial Interétnica del Naya (UTINAYA)

Colectivo de Trabajo jenzera

  1. El territorio del Naya ha sido conceptuado como un cuerpo, por las comunidades humanas que lo habitan. Es un cuerpo cuya integridad física es vital para mantenerse vivo. Lo que le da vida a este cuerpo es el río Naya y sus 46 afluentes. El río es la columna vertebral de este cuerpo. Desmembrarlo significa eliminar este cuerpo.
  2. En el Naya viven comunidades diferentes, con culturas diferentes, con historias diferentes. A estas comunidades las une el río. Estas comunidades son las que deben garantizar la vida de este cuerpo, pues sin salud, este cuerpo no puede garantizar la vida de las comunidades (simbiosis).
  3. Sin acuerdos sobre su manejo, el territorio del Naya no tiene perspectivas de seguir existiendo como cuerpo. En la parte alta del río se está destruyendo el bosque primario y se están contaminando las aguas con desechos tóxicos del proceso de producción de la pasta de coca. La parte baja del río está sufriendo las consecuencias.
  4. Sin convivencia, las culturas no tienen la fuerza para sostener con vida a este cuerpo. Dicho en otras palabras: El territorio del Naya necesita de la interculturalidad para mantenerse con vida. Pero no hay interculturalidad sin cimientos, como tampoco hay interculturalidad sin ventanas. No se construye interculturalidad si se tiene una visión simplista de los otros (los indios son los únicos que tienen identidad: falso!). Esencialismos conducen a oposiciones. Culturalmente hablando: más que blanco o negro, lo que existe son muchos grises, producto del intercambio de expresiones culturales.
  5. La interculturalidad es vida, es práctica. No sólo saber (teoría) sino proceder, actuar: La multiculturalidad es la realidad que se presenta en la región (afrocolombianos ribereños, afrocolombianos campesinos, campesinos mestizos, indígenas nasa y eperaara siapidaara) b. La interculturalidad es una realidad por construir. Construir interculturalidad no es un camino fácil, debido a multiples conflictos internos entre las comunidades que habitan el Naya. Partiendo de lo que decía Bachelard en el tema de la educación, que para “aprender hay que desaprender”, para establecer interculturalidad, para entender al otro, hay que despojarse de muchos prejuicios aprendidos. No estamos hablando de biculturalismo: esquizofrenia (ser dos personas al mismo tiempo). Estamos hablando de interculturalidad: una cultura propia que se apropia de/ y se enriquece con elementos de otra cultura.
  6. 6. Hay muchas visiones e intereses sobre el Naya, partiendo de diferentes niveles: Internacional, Nacional, Regional y Local.

Þ   Las visiones dominantes (y las decisiones que se toman!) sobre lo que debe ser el Naya, vienen desde los niveles más altos. Las visiones de las comunidades en los niveles más bajos cuentan muy poco a la hora de definir el futuro de la región.

Þ   En los niveles más altos hay más simplismo, visiones homogéneas.

Þ   Entre más se baja de nivel, la heterogeneidad social y cultural aumenta.

Þ   Los intereses de los niveles más bajos, no son tenidos en cuenta, no tienen importancia para las decisiones económicas de los niveles más altos.

En consecuencia, si las comunidades en el nivel local no se organizan y presionan los cambios, no cambia nada. Las ciencias sociales y la política acostumbran a analizar sólo los efectos de las acciones que vienen de arriba, pero poco interés le han prestado a las respuestas que vienen desde lo local. Por lo tanto poco interés le han prestado a las maneras de fortalecer y apoyar, o ayudar a cambiar estas respuestas.

  1. El Naya sin modelos productivos propios, sin una economía propia, solidaria, que se parezca a la gente, con “rostro humano”, no tiene futuro. El Naya requiere una economía que responda a las necesidades y deseos de las comunidades y que sea controlada por las comunidades. En el portafolio del Estado se encuentran una serie de proyectos económicos (extractivos, ganaderos, agroindustriales, de infraestructura) que van a cercenar el cuerpo y a desarraigar a sus comunidades.
  2. La economía es política, pues expresa relaciones de poder. No es indiferente el tipo de economía que se decida para el Naya. Aquí, distinto a lo que es la interculturalidad, no pueden estar conviviendo varios sistemas económicos; por ejemplo uno mercantilista extractivo, uno capitalista y uno solidario, pues el más fuerte, el más depredador, se traga al más debil, al que no tenga capacidad para defenderse.
  3. Nietzsche decía que la democracia era un asunto para los débiles. Esto lo aplaudió el Nazismo para su proyecto de dominación. Sin embargo Nietzsche tenía razón, pues los débiles necesitan practicar la democracia, si algún día quieren ser fuertes. Ningún grupo puede entonces imponerle su voluntad a los otros. Así no se construye interculturalidad ni sociedades democráticas. La democracia es un principio fundamental de la interculturalidad y la convivencia.

10.  El sistema social a construir para que el Naya siga existiendo como espacio de vida para todas las culturas y seres que la habitan, exige una sostenibilidad múltiple, en varios campos:

Þ     Sostenibilidad económica (del largo plazo)

Þ     Sostenibilidad social (que no genere diferencias)

Þ     Sostenibilidad ambiental (que conserve el patrimonio natural)

Þ     Sostenibilidad cultural (para que las culturas se mantengan)

Þ     Sostenibilidad política (para que no se altere la gobernabilidad)

 

Junta directiva de UTINAYA (IV Encuentro interétnico)

Puerto Merizalde, diciembre 15 de 2003

 

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